
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, le concedió una entrevista en su despacho en el Palacio de la Moneda, a Bieito Rubido, director del diario español ABC. La conversación, extensa, que abarcó temas variados, indagó la impresión del presidente chileno sobre la terrible crisis que azota a Venezuela, su impacto regional y sus posibles soluciones. Por su relevancia, les traemos los extractos de lo dicho por Piñera sobre Venezuela y el régimen de Maduro.
ABC: Ya que hablaba de estabilidad, el
continente atraviesa importantes convulsiones políticas. Usted que ha
tenido un papel bastante relevante en todo lo que está sucediendo en
Venezuela, ¿cómo ve ahora mismo la situación allí? ¿qué soluciones cree
que se pueden abordar en el medio plazo? ¿cómo ve a Juan Guaidó?
Sebastián Piñera: América Latina en general está
pasando por tiempos difíciles. Veamos las cifras, que hablan con mucha
elocuencia. Tenemos Argentina en una profunda recesión desde hace muchos
meses, Brasil tuvo crecimiento negativo en el primer trimestre y es
posible que lo repita en el segundo, y eso significa técnicamente
recesión. Ecuador y Colombia han perdido gran parte de su capacidad de
crecimiento. Venezuela es una tragedia y en este mundo difícil yo veo
que Perú y Chile son los países que están enfrentando mejor estos
tiempos difíciles.
Volviendo a Venezuela, fue en la década de los 90
el país más desarrollado y más rico de toda América Latina, y hoy día
está muy cerca de ser el más pobre de América Latina, y eso es producto
de malos gobiernos, malas políticas. Por eso estoy convencido de que en
Venezuela no solamente hay una dictadura, hay una dictadura corrupta e
incompetente que ha conducido a su país a una crisis total. Crisis
política porque no hay democracia, no hay libertad de expresión, hay
presos políticos, no hay respeto por los derechos humanos. Crisis
económica porque hoy en día el producto bruto de Venezuela es cerca de
un tercio de lo que llegó a ser en la década de los 90. ¿Qué país puede
reducirse a la tercera parte por malas políticas públicas? Hay una
crisis humanitaria, literalmente muchas personas se están muriendo de
hambre por falta de alimentos o por falta de medicamentos, y todo eso es
responsabilidad de una dictadura corrupta e incompetente.
Por eso yo creo que el camino de Venezuela es
terminar con esa dictadura, tener un gobierno de transición y llamar a
elecciones libres, transparentes y democráticas y poder recuperar el
tiempo perdido y ponerse nuevamente en la senda del progreso y el
desarrollo. Eso es lo que Chile promueve, defiende y busca en conjunto
con un grupo de países que nos hemos agrupado en lo que se llama el
Grupo de Lima. Y últimamente hemos buscado también contactos y
coincidencias con los países europeos que están agrupados en lo que se
llama el Grupo de Contacto.
Presidente, en esa línea hay muchos
venezolanos en Chile, casi 400.000, lo que abre un debate que se da
también en España y en la Unión Europea sobre la inmigración. Hay una
corriente de opinión pública aquí en Chile que puede ser un caldo de
cultivo para un partido más a la derecha, que es lo que plantea Vox en
España, el rechazo a la inmigración desordenada, a que vengan haitianos,
dominicanos, etc. ¿Le preocupa cómo enfrenta el problema de la
inmigración? En el caso de Venezuela, si se recupera, a lo mejor vuelven
todos para allá. Es la suerte que tiene un país tan rico, pero no así
otros países.
De hecho, en los últimos cinco o seis años, cuatro
millones de venezolanos han emigrado y las estimaciones de la OEA y de
Naciones Unidas y de algunos organismos tanto públicos como privados
estiman que si la situación se mantiene en los próximo dos años podrían
emigrar otros cuatro millones. Los principales receptores de esa
emigración han sido los países de América Latina, en particular
Colombia, Ecuador, Perú, Brasil y Argentina.
Ahora, Chile siempre ha sido un país abierto y
acogedor con la migración. Es parte de nuestra historia. De hecho, Chile
se formó de emigraciones, partiendo por los españoles y con los
alemanes, los palestinos, en distintas etapas. Creemos que Chile debe
seguir siendo un país abierto y acogedor con la inmigración, pero
queremos una inmigración ordenada, regulada y segura. Por eso somos
grandes partidarios de permitir y facilitar la inmigración legal de
aquellos que vienen a Chile cumpliendo nuestras leyes, a integrarse en
nuestra sociedad, a aportar al desarrollo de Chile, y queremos tener
fronteras cerradas para los que vienen a causarnos daño, por de pronto
los que ingresan sin respetar nuestras leyes, de forma ilegal, los que
tienen antecedente delictivos en sus países de origen, o los que cometen
graves delitos en nuestro propio país.
Por tanto, la pregunta no es si queremos o no
queremos ser un país abierto a la inmigración. Sí queremos serlo, pero
queremos ser abiertos con la inmigración que le hace bien a Chile y ser
cerrados con la inmigración que le hace daño a Chile. Esa es la política
que está impulsando nuestro gobierno y por eso hemos presentado una ley
para modernizar nuestra legislación migratoria que data de hace muchas
décadas y que está obsoleta.
¿Qué posibles escenarios se hablan en Venezuela? ¿Ve alguna solución factible?
Mire, Venezuela es una dictadura corrupta e
incompetente, que ha condenado a su pueblo al hambre, a la miseria, que
no respeta los derechos básicos como las libertades, los derechos
humanos, la libertad de expresión, que tiene el repudio de la mayoría
inmensa de los venezolanos, que ha condenado a su país a una crisis
total, humanitaria y que además cuenta también con el rechazo de las
principales democracias del mundo. Tiene sus días contados. Y por eso
espero que los tiempos del dictador Maduro se terminen, y pronto pueda
producirse un gobierno de transición que llame a elecciones libres,
limpias, democráticas.
¿Y cree que puede haber solución sin
violencia? Porque ellos no parece que hayan cedido hasta ahora a la
presión popular ni a las presiones exteriores…
Las dictaduras nunca ceden libre y voluntariamente
el poder. Hay que quitárselo, arrebatárselo. Y eso no es fácil. Y toma
tiempo. Hoy día Venezuela, desde el punto de vista de su cercanía, con
recuperar su democracia ha dado grandes pasos adelante. Hoy ya tenemos
la oposición democrática de Venezuela más unida que nunca, una opinión
pública completamente comprometida con hacer lo que sea necesario para
lograr deshacerse de una dictadura corrupta e incompetente. Tenemos una
comunidad internacional mucho más consciente y más comprometida con la
causa democrática venezolana.
Terminar con una dictadura nunca ha sido fácil,
pero creo que están dadas las condiciones básicas para que Venezuela se
reencuentre con su forma natural de vida, que es la democracia, que son
las libertades, que es el respeto a los derechos humanos y para eso
estamos comprometidos y trabajando la inmensa mayoría de los países
democráticos del mundo, incluyendo España, que ha reconocido al
presidente Guaidó como el legítimo presidente de Venezuela. Al igual que
Chile.
¿Cómo juzga usted el papel del presidente
mexicano, López Obrador, o del uruguayo, Tabaré Vázquez, que no
mantienen la línea del Grupo de Lima?
Efectivamente, Bolivia, Uruguay y México han tomado
una línea distinta a la de la mayoría de los países de América del Sur,
pero países como Brasil, Argentina, Paraguay, Chile, Perú, Ecuador y
Colombia, que somos parte del Grupo de Lima, estamos totalmente
convencidos, y comprometidos, de que la única solución para Venezuela y
para terminar con la tragedia venezolana es terminar con la usurpación
de una dictadura corrupta e incompetente, crear un gobierno de
transición y llamar a elecciones libres. Yo espero que esa conjunción de
fuerzas internas en Venezuela, que es el anhelo y el compromiso de la
inmensa mayoría del pueblo venezolano por recuperar su libertad y su
democracia, más el apoyo de la comunidad internacional, va a ser más
fuerte que una dictadura tan corrupta como la que encabeza Maduro.
Lea la entrevista íntegra en el diario ABC (España)
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